¿Posicionamiento
político o neutralidad escolar?
Antonio Jimeno Fernández
Presidente del Sindicato de profesores AMES
Este
artículo fue publicado en Crónica Global
(CG) el 11/01/2019. Acceso
al artículo en CG.
1.
Introducción
Los
centros educativos deben ser neutrales respecto al debate
político entre los diferentes partidos. Lamentablemente
algunos centros se han posicionado a favor de determinadas
ideas políticas y las defienden públicamente.
Un ejemplo de ello son las escuelas Pías de
Cataluña. Aunque las referencias académicas
que tengo de ellas son positivas, sorprende la obstinación
de sus responsables en dar una visión nacionalista
de Cataluña, presentándola como un
país monolingüe catalán y ocultando
la parte de su historia que no interesa al secesionismo.
He aquí algunos ejemplos extraídos de
su propia web:
2.
Omisión del español o castellano pese
a ser una lengua oficial y propia de Cataluña
La
escuela Pía hace bandera de aceptar la diversidad
como un potencial enorme a proteger, e incluso en algunas
de sus escuelas (Sarriá-Calasanz, Tarrasa e Igualada)
se dice que trabajan por el multilingüismo. Sin
embargo, no existe
la opción de visualizar su WEB en castellano.
Buceando un poco más, el visitante se da cuenta
de que su multilingüismo se refiere al inglés,
al francés y al alemán, pero no al español
o castellano. No se trata de una rareza entre las entidades
educativas de Cataluña, ya que la opción
de mostrar su sitio web en español o castellano
tampoco existe, por ejemplo, en la WEB
del Departamento de Enseñanza de la Generalidad.
La situación es curiosa, porque parece ser que
dicha opción es obligatoria en los organismos
públicos, tal y como sí cumple la página
WEB de la Generalidad.
En
apoyo de la decisión de excluir el español
o castellano como lengua vehicular de la enseñanza,
los escolapios se presentan en su WEB como unos grandes
avanzados, ya que en el apartado que titulan "nuestra
historia", al hacer referencia a la Ley de Educación
de Villar Palasí de 1970, acaban afirmando que,
ya en aquella época, declararon
el catalán como lengua oficial de la Provincia.
Como no es creíble que en esos años el
español o castellano hubiera dejado de ser lengua
oficial, es evidente que hubiera sido más
correcto que dijeran que declararon el catalán
como lengua cooficial.
Es
lamentable que un centro educativo no aproveche la potestad
que le da su autonomía de centro, para diseñar
un proyecto lingüístico en el que el criterio
prioritario sea la preparación final del alumno,
que ha de ser que alcance el mejor nivel en catalán,
castellano e inglés que le sea posible, lo cual
puede requerir impartir algunas asignaturas en esas
lenguas. Excluir a priori el español o castellano
de ese planteamiento, para congraciarse con el actual
gobierno secesionista de Cataluña, no es en absoluto
correcto desde una perspectiva estrictamente educativa.
3.
Introducción de la idea de que nuestro país
no es España, sino Cataluña
En
una de las páginas de información general,
la Escuela Pía de Cataluña se autodefine
como (traducción) "... entidad
conformada por mujeres y hombres, laicos y religiosos
que compartimos valores y actitudes. Arraigada en nuestro
país, ...", jugando con la
ambigüedad del término "país",
ya que "país" se puede referir tanto
a Cataluña como a España. Pero en el documento
"Carácter Propio de las Instituciones Educativas
de la Escuela Pía de Cataluña" se
puede comprobar que cuando hablan de "país",
se refieren a Cataluña, concretamente en la frase
(traducción): "La
Escuela Pía de Cataluña entiende la persona
como un ser histórico, es decir fiel a su tiempo
y arraigado a su mundo y, concretamente a Cataluña,
nuestro país.". Este concepto se
repite en el sitio web
de las colonias Jordi Turull (colonias pertenecientes
a la entidad de los escolapios desde el año 1964),
con lo que se demuestra que la transmisión
de estas ideas a los niños y adolescentes no
solo lo hacen en sus centros educativos, sino también
en las actividades para el tiempo libre que organizan
para ellos.
4.
Al comentar la historia se omiten muchos de las atrocidades
que los escolapios padecieron por parte del bando republicano
En
el apartado de historia
de su WEB, los siguientes párrafos muestran
como -muy intencionadamente- se presentan los lamentables
hechos acontecidos entre la dictadura de Primo de Rivera
y la postguerra (traducción):
"La
dictadura de Primo de Rivera reprimió y persiguió
la actividad de los escolapios, prohibiendo el uso de
algunos libros escolares, suprimiendo subvenciones municipales,
obligando a dos religiosos a exiliarse, imponiendo el
cambio de superiores; fue el fin de las escuelas públicas
de los escolapios.
La
II República española creó incerteza.
En los otros colegios se construyeron Mutuas de Padres,
las cuales asumieron la titularidad de las escuelas
y los religiosos trabajaron como contratados.
En
julio de 1936 fueron forzados a abandonar todos los
colegios. Durante el periodo de guerra civil 71 religiosos
fueron asesinados, muchos encarcelados, otros consiguieron
exiliarse. Los primeros años de la postguerra
fueron difíciles: recuperación y reconstrucción
de los edificios, suplir a los religiosos que faltaban,
sufrir como cualquiera las limitaciones derivadas de
la guerra, como las depuraciones."
Este
resumen presenta lagunas muy importantes como son las
siguientes:
- No
se dice que durante la Segunda República,
la persecución religiosa a la Iglesia católica
se saldó con la quema de conventos, la expulsión
de la Compañía de Jesús y la
prohibición a los religiosos de dedicarse a
la enseñanza (Ley de Congregaciones Religiosas
de 1933), un olvido incomprensible por parte de una
orden religiosa católica dedicada a la enseñanza.
- No
se dice que durante la contienda en la retaguardia
republicana se produjo el asesinato de 6.832 religiosos,
de los cuales 4.184 eran sacerdotes, 2.365 frailes
y 283 monjas, así como la destrucción
de 20.000 iglesias. En el plano estrictamente
docente, no se menciona que a los pocos días
de estallar la guerra, no quedaba ninguna comunidad
escolapia de la zona republicana viviendo en su lugar.
Todos los colegios ubicados en el bando republicano,
fueron abandonados ante la avalancha de asesinatos
de religiosos y de saqueo, robo y asalto contra las
iglesias, casas de religiosos, locales parroquiales
y todo lo que tenía que ver con la Iglesia
católica. Otra omisión difícil
de entender.
- Se
insinúa que los 71 escolapios asesinados en
Cataluña lo fueron por culpa de la guerra civil,
permitiendo que se entienda que fue por culpa de los
dos bandos, cuando la realidad es que todos los
escolapios asesinados, fueron ejecutados por los "incontrolados"
del bando republicano.
- El
texto parece poner al mismo nivel el asesinato de
religiosos durante la guerra con las "depuraciones"
de la postguerra. No aclara si los escolapios se sentían
más cómodos en la Segunda República
(ignorando la persecución religiosa ocurrida
durante la misma) y si eran partidarios de algún
partido político del bando republicano durante
la contienda (ignorando las atrocidades cometidas
en la retaguardia republicana), o si se sentían
peor durante la postguerra debido a las "depuraciones".
Si bien las "depuraciones" no son deseables,
es evidente que no se pueden equiparar con la convulsa
etapa previa sufrida por la Iglesia católica.
- Tampoco
hubiera estado de más recordar que en el periodo
1936-1939, en el conjunto de toda España, murieron
204 escolapios, muchos de ellos martirizados y asesinados
por milicianos anarquistas del bando republicano.
5.
Los centros educativos han de ser políticamente
neutrales
El
objetivo de todos los centros educativos ha de ser preparar
a sus alumnos para su vida de adulto, tanto en conocimientos
como en la adquisición de hábitos de trabajo
y de esfuerzo. Excluir, por motivos políticos,
un mejor conocimiento de una de las dos lenguas que
se habla en su sociedad y proporcionar una visión
políticamente interesada de la historia, no es
ayudar al alumno, ni es colaborar con los padres en
la educación de su hijo, ni es servir a la sociedad
en fomentar la convivencia. Los centros educativos
deben escapar de las presiones de los partidos políticos
que, a través de los gobiernos y de las administraciones
educativas que ocupan, están obstinados en convertirlos
en las canteras de sus futuros votantes. Muy al
contrario, los centros educativos deben ser referentes
de convivencia, de paz, de respeto a todos, de neutralidad
política partidista, de trabajo bien hecho, de
rigor y de servicio a la sociedad.
Barcelona
11 de enero de 2019
Antonio
Jimeno Fernández
Presidente del sindicato de profesores AMES
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